Meu caro S. (4)
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Meu caro S. (4)
Meu caro S.,
Não te tenho mandado e-mails pois só hoje regressei daí.
Podes ficar descansado que consegui um lugar optimo para esconder os 4 bidons de antrax. Muito melhor do que enterrados na areia do deserto o que daria muito trabalho. Meti-os debaixo da cama da tia Amina. Ela está de cama desde que partiu o colo do fémur, já há mais de quatro anos, e desde aí não toma banho. Não há perigo que algum inspector entre naquele quarto...
Mas hoje mando-te um artigo que descobri agora no abc.es. Se pretenderes consultar está em:
http://www.abc.es/internacional/noticia ... 46&dia=hoy
Temos que ter cuidado pois eles andam a desconfiar da subida e qualquer dia percebem que as transações são todas entre nós os 3. Vê lá se libertas aqueles 2 banqueiros da prisão para lhes vendermos alguns títulos.
Um abraço e que Alá te proteja,
Joao Abdul
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La Bolsa sube en Bagdad
La Bolsa se hunde en Nueva York, Londres y Madrid. Pero sube en Bagdad, que ostenta una salud a prueba de bomba. Su mera existencia ya es un milagro. Una prueba de las ganas de sobrevivir y un testimonio del germen capitalista que alimenta este país
Si usted ha visto cómo sus ahorros se han disipado lentamente en la Bolsa, si teme que sus fondos de inversión terminarán llevándole a la ruina, pero aún no ha perdido el coraje, usted tiene que invertir en el mercado de acciones iraquí. Porque en Bagdad no sólo existe una Bolsa -lo que de por sí ya es un milagro-, sino que sus acciones suben. Y suben saludablemente, pese a las amenazas de guerra, al embargo y las mil penalidades padecidas. Un prodigio sólo posible por las ganas de sobrevivir de este país.
La Bolsa de Bagdad fue creada en abril de 1992, es decir, muy poco después de la anterior guerra del Golfo. Lo que muestra que ya le echaron valor desde sus orígenes. Ocupa un pequeño inmueble con puertas de mármol situado frente a un barrizal en el que unos vendedores venden naranjas en un carro y garbanzos cocidos para aperitivo. Pero en cuanto uno traspasa su umbral es como si se encontrase en un Wall Street en miniatura, artesanal, con algo de mercado persa todavía, pero no menos frenético que el de Nueva York. Unos quince «dealers» con chaquetillas azul celeste dan vueltas enloquecidos entre unos tablones en los que se escriben las variaciones de los principales valores en activo al tiempo que los inversores que les dan instrucciones tras un enrejado. No hay telefónos ni apenas ordenadores. Todo se hace a mano, a rotulador y en contacto personal. Pero la Bolsa funciona y su volumen de negocios no ha dejado de aumentar desde su creación.
«Instinto para los negocios»
«Wall Street puede bajar lo que quiera porque no nos afecta. Las Bolsas internacionales van a la baja, pero ésta va hacia arriba. Es una tendencia sostenida y estable», nos explica Alí Abid Sayd, «manager general» de la Bolsa de Bagdad, quien dice comprender la incredulidad de un extranjero por el comportamiento del mercado de valores iraquí, pero que insiste en que la clave está en «el instinto para los negocios» de sus compatriotas. «La diferencia entre otros países e Irak es que nosotros estamos acostumbrados al embargo, a las sanciones y las amenazas de guerra. En otros países todo eso puede ser algo nuevo; entre nosotros, no».
No terminamos de creerlo. Así que nos dirigimos a uno de los inversores que, cuando le preguntamos si cree que va a ganar mucho dinero en estos días, exclama: «Dios quiera que las acciones sigan subiendo como hasta ahora». Ya más en detalle nos explica que, en realidad, las empresas iraquíes pusieron sus valores en Bolsa a un coste por debajo del real, que aún se mantiene y que ni siquiera la eventualidad de una guerra es un factor disuasivo. «A nadie se le ocurriría vender su casa por cuatro perras porque le dicen que puede haber o no guerra». Y cuando le objetamos que si un ataque destruye su casa, ésta no valdrá nada, nos contesta tranquilamente: «Se reconstruirá y recuperará su valor».
Aunque éste no parece un lugar muy apropiado para divagar sobre la situación internacional, de alguna manera el mercado de valores iraquí parece que juega ya con la baza de la reconstrucción. O en todo caso con que la crisis sirva para superar el atolladero económico en el que se encuentra el país desde la pasada guerra. Desde luego, confianza no le falta al mercado. En la última jornada la Bolsa experimentó una subida desde los 1.830,19 puntos a los 1.832,09. Y se trata de un alza sostenida con estabilidad desde hace ya varios meses, insiste su «manager».
La creación de una Bolsa de valores llama la atención por la tradición intervencionista de la economía iraquí y porque una institución de este tipo siempre se enfrenta a las reticencias provocadas por el rechazo islámico de la usura. Pero en Irak sí que es aplicable el tópico de «tierra de contrastes». La pujante Bolsa de Bagdad convive con la distribución de cupones de racionamiento para los productos más básicos de alimentación y con el riguroso control estatal de amplios sectores de la industria considerados estratégicos. Pero su existencia es también prueba fehaciente del germen capitalista, de las ganas de mercado que hay en el país. Y de la modernidad de ciertos sectores urbanos iraquíes.
Inmenso potencial de desarrollo
Si algún día se produjera el milagro de que el país se estabilizara y viviera en paz, su potencial de desarrollo es inmenso. Claro que puede ser también uno de los factores en juego en la actual crisis. Irak es hoy un país muy debilitado, pero cuenta con muchas bazas para ser una pieza maestra en Oriente Próximo: petróleo, una clase urbana educada y una cierta tradición laica entre las elites que han gobernado el país desde su independencia. Ganas de salir adelante no le faltan.
Não te tenho mandado e-mails pois só hoje regressei daí.
Podes ficar descansado que consegui um lugar optimo para esconder os 4 bidons de antrax. Muito melhor do que enterrados na areia do deserto o que daria muito trabalho. Meti-os debaixo da cama da tia Amina. Ela está de cama desde que partiu o colo do fémur, já há mais de quatro anos, e desde aí não toma banho. Não há perigo que algum inspector entre naquele quarto...
Mas hoje mando-te um artigo que descobri agora no abc.es. Se pretenderes consultar está em:
http://www.abc.es/internacional/noticia ... 46&dia=hoy
Temos que ter cuidado pois eles andam a desconfiar da subida e qualquer dia percebem que as transações são todas entre nós os 3. Vê lá se libertas aqueles 2 banqueiros da prisão para lhes vendermos alguns títulos.
Um abraço e que Alá te proteja,
Joao Abdul
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La Bolsa sube en Bagdad
La Bolsa se hunde en Nueva York, Londres y Madrid. Pero sube en Bagdad, que ostenta una salud a prueba de bomba. Su mera existencia ya es un milagro. Una prueba de las ganas de sobrevivir y un testimonio del germen capitalista que alimenta este país
Si usted ha visto cómo sus ahorros se han disipado lentamente en la Bolsa, si teme que sus fondos de inversión terminarán llevándole a la ruina, pero aún no ha perdido el coraje, usted tiene que invertir en el mercado de acciones iraquí. Porque en Bagdad no sólo existe una Bolsa -lo que de por sí ya es un milagro-, sino que sus acciones suben. Y suben saludablemente, pese a las amenazas de guerra, al embargo y las mil penalidades padecidas. Un prodigio sólo posible por las ganas de sobrevivir de este país.
La Bolsa de Bagdad fue creada en abril de 1992, es decir, muy poco después de la anterior guerra del Golfo. Lo que muestra que ya le echaron valor desde sus orígenes. Ocupa un pequeño inmueble con puertas de mármol situado frente a un barrizal en el que unos vendedores venden naranjas en un carro y garbanzos cocidos para aperitivo. Pero en cuanto uno traspasa su umbral es como si se encontrase en un Wall Street en miniatura, artesanal, con algo de mercado persa todavía, pero no menos frenético que el de Nueva York. Unos quince «dealers» con chaquetillas azul celeste dan vueltas enloquecidos entre unos tablones en los que se escriben las variaciones de los principales valores en activo al tiempo que los inversores que les dan instrucciones tras un enrejado. No hay telefónos ni apenas ordenadores. Todo se hace a mano, a rotulador y en contacto personal. Pero la Bolsa funciona y su volumen de negocios no ha dejado de aumentar desde su creación.
«Instinto para los negocios»
«Wall Street puede bajar lo que quiera porque no nos afecta. Las Bolsas internacionales van a la baja, pero ésta va hacia arriba. Es una tendencia sostenida y estable», nos explica Alí Abid Sayd, «manager general» de la Bolsa de Bagdad, quien dice comprender la incredulidad de un extranjero por el comportamiento del mercado de valores iraquí, pero que insiste en que la clave está en «el instinto para los negocios» de sus compatriotas. «La diferencia entre otros países e Irak es que nosotros estamos acostumbrados al embargo, a las sanciones y las amenazas de guerra. En otros países todo eso puede ser algo nuevo; entre nosotros, no».
No terminamos de creerlo. Así que nos dirigimos a uno de los inversores que, cuando le preguntamos si cree que va a ganar mucho dinero en estos días, exclama: «Dios quiera que las acciones sigan subiendo como hasta ahora». Ya más en detalle nos explica que, en realidad, las empresas iraquíes pusieron sus valores en Bolsa a un coste por debajo del real, que aún se mantiene y que ni siquiera la eventualidad de una guerra es un factor disuasivo. «A nadie se le ocurriría vender su casa por cuatro perras porque le dicen que puede haber o no guerra». Y cuando le objetamos que si un ataque destruye su casa, ésta no valdrá nada, nos contesta tranquilamente: «Se reconstruirá y recuperará su valor».
Aunque éste no parece un lugar muy apropiado para divagar sobre la situación internacional, de alguna manera el mercado de valores iraquí parece que juega ya con la baza de la reconstrucción. O en todo caso con que la crisis sirva para superar el atolladero económico en el que se encuentra el país desde la pasada guerra. Desde luego, confianza no le falta al mercado. En la última jornada la Bolsa experimentó una subida desde los 1.830,19 puntos a los 1.832,09. Y se trata de un alza sostenida con estabilidad desde hace ya varios meses, insiste su «manager».
La creación de una Bolsa de valores llama la atención por la tradición intervencionista de la economía iraquí y porque una institución de este tipo siempre se enfrenta a las reticencias provocadas por el rechazo islámico de la usura. Pero en Irak sí que es aplicable el tópico de «tierra de contrastes». La pujante Bolsa de Bagdad convive con la distribución de cupones de racionamiento para los productos más básicos de alimentación y con el riguroso control estatal de amplios sectores de la industria considerados estratégicos. Pero su existencia es también prueba fehaciente del germen capitalista, de las ganas de mercado que hay en el país. Y de la modernidad de ciertos sectores urbanos iraquíes.
Inmenso potencial de desarrollo
Si algún día se produjera el milagro de que el país se estabilizara y viviera en paz, su potencial de desarrollo es inmenso. Claro que puede ser también uno de los factores en juego en la actual crisis. Irak es hoy un país muy debilitado, pero cuenta con muchas bazas para ser una pieza maestra en Oriente Próximo: petróleo, una clase urbana educada y una cierta tradición laica entre las elites que han gobernado el país desde su independencia. Ganas de salir adelante no le faltan.
Que Alá vos proteja a todos excepto ao George W. Bush
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